La falta de comunicación por el uso de dispositivos móviles
- Edison Bonilla
- 19 dic 2019
- 3 Min. de lectura
Estamos cayendo en una sociedad de solipsismo donde cada uno está por su cuenta, sin metas ni objetivos, viviendo una falsa realidad, ya que estamos completamente desconectados de la vida real y de las personas que tenemos adelante. Ya no hablamos o lo hacemos cada vez menos, cada vez hay menos conversación. Todo termina en una respuesta fría de un mínimo de comunicación a través de un dispositivo y ya no queda espacio para la vida de relación interpersonal.
Tomando consciencia y cambiando nuestros hábitos. Si usted es madre o padre, ponga algunas reglas mínimas en la casa. No se puede estar todo el día con la computadora o con el teléfono, mucho menos a la hora de cenar donde nos reunimos en familia. Se trata de proponer unas reglas sencillas y claras. La computadora solo de tal hora a tal hora, lo mismo con el teléfono, y no se prenderán ni se atenderán teléfonos a la hora en la que estamos reunidos en familia, en la hora del almuerzo y en la hora que estamos conversando.
Solo así va a poder cambiar esos vicios que, tal vez, tengan sus hijos adolescentes o no tan adolescentes, por virtudes que los puedan ir cada vez paulatinamente poniendo más en contacto con el mundo, con la vida real. Porque la vida no es ese aparatito. Ven la vida a través de ese aparatito como si estuvieran mirando la vida por una rendija donde apenas entra un hilito de vida. Pero esa no es la vida, la vida es todo el resto que queda afuera.
A continuación, se explicarán dos reflexiones sobre el uso de dispositivos móviles.
La incomunicación
Reflexionar sobre estas normas y reglas que ponemos, explicar por qué lo hacemos, etc. Obviamente que en la casa de uno, son los padres son los que dictan las reglas de funcionamiento pero, además de dictarlas, debemos explicarle a los niños, adolescentes y a los no tan adolescentes, por qué se toman estas decisiones, por qué se restringe el uso de los teléfonos en las reuniones familiares, en el almuerzo, en la cena, por qué no se puede estar 20 horas conectados a la computadora y se restringe su uso a dos o tres horas. En el hogar, por ejemplo, a los hijos les corto el wifi en determinadas horas y está habilitado solo unas pocas horas y, el que se quiere conectar, lo tiene que hacer en esas horas porque cuando lo corto no hay más comunicación. Explicando por qué, explicando cuáles son las razones, las compartan o no, van a tener un sustrato para poder comprender por qué se toman estas decisiones.
La manera de la educación
En la educación sucede lo mismo. La gran tarea de los docentes y profesores no es solamente retar a los niños, quitarles el teléfono móvil o mirarlos amenazadoramente, sino que tienen que llevarlos a la reflexión constante y cotidiana, es decir, ellos deben saber a dónde los conducen esos hábitos de aislamiento que están teniendo. Esa es la tarea docente, no es la de adiestrar y dar órdenes. Por supuesto que tienen una autoridad y finalmente ha de hacerse lo que el docente dice, pero la actividad docente no tiene que quedar solamente en un mero mundo de órdenes y mandatos. Tiene que haber un sustrato de explicaciones y de fundamentaciones constantes para que estas reglas puedan interiorizarse y dar frutos en las personas y que, finalmente lo hagan porque están convencidas de que eso no las conduce a ningún lado.
Esperamos que esta explicación sirva de mucha ayuda para que tecnología no nos domine ni nos deshumanice, pero la tarea es nuestra, dado que debemos orientarnos estar conscientes sobre estos problemas y solucionarlos.

Fuente: Shutterstock
Comments