Recomendaciones para evitar que la tecnología nuble las relaciones familiares
- Edison Bonilla
- 18 dic 2019
- 3 Min. de lectura
Los celulares se meten cada vez más en nuestra vida y cada vez más nos cuesta dejar de usarlos justamente para que no nos dominen.
A continuación, algunos tips para evitar que los dispositivos nos dominen.
Conversar ahora, mandar textos después. Hay que poner límites para proteger el tiempo libre de esparcimiento o placer, ya sea la cena, el sueño o los momentos íntimos. Deje para después escribir ese tuit o contestar ese mail.
Tomarse un día libre del teléfono. Cada dispositivo tiene un botón de apagado: está en nosotros hacer uso de él, al menos un día, y disfrutar completamente de lo que nos rodea. Si lo dejamos encendido en el bolsillo, caemos en lo automático.
Evitar ser un "busca todo". Hay que renunciar a buscar todo en mapas y sitios de Internet. Entréguese a la casualidad o vuelva a preguntarle a un desconocido en la calle cómo llegar a ese lugar al que no sabe ir.
Evitar el uso de los aparatos electrónicos en las comidas. Lo ideal es que tanto padres como hijos no traigan sus dispositivos a la mesa y en cambio aprovechen el momento para conversar y dialogar. Como los códigos de etiqueta dicen que no hay que apoyar los codos, tampoco el smartphone. No hay lugar donde el phubbing (esa conducta de prestarle más atención al teléfono que a quien tenemos al lado) sea más desagradable que durante una comida.
Establecer un horario o periodo de uso al día de acuerdo a los requerimientos y edad de los hijos. Antes de equipar cada cuarto con tecnología (televisores, tabletas, videojuegos), se recomienda tener un centro de entretenimiento común equipado, así todos pueden reunirse y disfrutar momentos juntos antes que aislarse cada uno por su lado.
Analizar si es necesario comprar teléfonos celulares para los niños. Cuidar su uso para momentos en que realmente lo necesite. Las horas de juego deben ser medidas y controladas. Lo recomendable es que los niños tengan sus propios aparatos electrónicos a partir de los 10 años, cuando saben distinguir las herramientas, pero siempre con el acompañamiento de los padres. Integrar la tecnología a la dinámica familiar, ya sea en formato de juego o creando un espacio para compartir cosas que hemos descubierto o leído en la web. Hablar con la familia sobre los peligros de las redes sociales o páginas web como publicar información personal, fotografías o realizar compras en sitios no seguros. Evitar el uso de dispositivos tecnológicos antes de dormir, la luz de estos afecta la visión y contribuye al insomnio. Usar laptops, teléfonos móviles o tabletas antes de dormir puede resultar en un uso prolongado hasta altas horas de la madrugada, por lo que el cuerpo no descansa bien y el rendimiento y nivel de tolerancia al día siguiente es menor. No usar los aparatos tecnológicos para mantener a los niños en silencio. Incentivarlos a jugar con otros compañeros y realizar actividades en familia. Abrir espacios de diálogo y cultivar la confianza. Motivar a hablar en persona, evitando hacerlo de manera virtual cuando no es necesario. Ahondar en las emociones y sentimientos de cada uno. Dar el ejemplo como padres. Los hijos suelen imitar las costumbres de los padres, por lo que es importante que todos cumplan las reglas del hogar. Los padres deben demostrar con la práctica que es importante regular la tecnología en el hogar. El teléfono necesita dormir. Al igual que las personas. Cuando se acueste, apague el celular: las pantallas de los dispositivos electrónicos emiten una luz azul que el cuerpo asocia con la luz del día. Dejar el celular prendido tiene entonces efectos físicos porque estimula la ya sobrecargada capacidad de atención.

Fuente: Google
Comments